Hola a todos:
Acabo de recibir este escrito en mi correo electrónico. Me pareció una excelente forma de explicar el uso de la "coma" así que decidí compartirlo con ustedes.
¡Saludos!
Ramón.
El uso de la “coma”
Una coma puede ser una pausa - o no
-No, espere.
-No espere.
Puede hacer desaparecer su dinero
-23,4.-
-2,34.-
Puede crear héroes
-Eso solo, él lo resuelve.
-Eso, solo él lo resuelve.
Puede ser la solución
-Vamos a perder, poco se resolvió.
-Vamos a perder poco, se resolvió.
Puede cambia una opinión
-No queremos saber.
-No, queremos saber.
Puede condenar o salvar
-¡No tenga clemencia!
-¡No, tenga clemencia!
Una coma hace la diferencia entre dos puntos de vista. Le invito a que analice la siguiente oración y coloque la coma donde le corresponde:
"Si el hombre supiese el valor que tiene la mujer se arrastraría en su búsqueda".
* Si eres mujer, seguramente pusiste la coma después de MUJER...
* Si eres hombre, seguro que pusiste la coma después de TIENE...
Una coma puede cambiar la historia. El escritor y filólogo español José Antonio Millán, cuenta una anécdota atribuida al emperador Carlos V, a quien en una ocasión le pasaron para firmar una sentencia que decía: “Perdón imposible, que cumpla su condena”. El emperador se sintió magnánimo y antes de firmarla cambió la coma de sitio y también la suerte del condenado: “Perdón, imposible que cumpla su condena”.
-“Esto demuestra que una coma puede cambiar la historia”, concluye Millán. Y nadie puede decir que no le asiste razón.
Una ¿insignificante? "coma" ¿cambia el sentido de una frase…?
Domingo Faustino Sarmiento, en visita a una escuela en su calidad de Inspector General de Escuelas, nota que el maestro no le da importancia a la colocación de la coma. Al alertarlo sobre el tema el maestro le dice que la coma no tiene mucho sentido y que no es necesaria colocarla. A esa respuesta Sarmiento se dirige al pizarrón y escribe:
"El maestro dice, Sarmiento es un ignorante" y luego la misma frase cambiando el lugar la coma:
"El maestro, dice Sarmiento, es un ignorante"
Luego dirigiéndose a los alumnos les pregunta:
-En la primera oración ¿quién es el ignorante? ¡Sarmiento! contestan los alumnos.
-Y en la segunda oración, ¿quién es el ignorante? ¡El maestro! contestan los alumnos.
Con ello le demostró al maestro su error.
Una coma puede ser una pausa - o no
-No, espere.
-No espere.
Puede hacer desaparecer su dinero
-23,4.-
-2,34.-
Puede crear héroes
-Eso solo, él lo resuelve.
-Eso, solo él lo resuelve.
Puede ser la solución
-Vamos a perder, poco se resolvió.
-Vamos a perder poco, se resolvió.
Puede cambia una opinión
-No queremos saber.
-No, queremos saber.
Puede condenar o salvar
-¡No tenga clemencia!
-¡No, tenga clemencia!
Una coma hace la diferencia entre dos puntos de vista. Le invito a que analice la siguiente oración y coloque la coma donde le corresponde:
"Si el hombre supiese el valor que tiene la mujer se arrastraría en su búsqueda".
* Si eres mujer, seguramente pusiste la coma después de MUJER...
* Si eres hombre, seguro que pusiste la coma después de TIENE...
Una coma puede cambiar la historia. El escritor y filólogo español José Antonio Millán, cuenta una anécdota atribuida al emperador Carlos V, a quien en una ocasión le pasaron para firmar una sentencia que decía: “Perdón imposible, que cumpla su condena”. El emperador se sintió magnánimo y antes de firmarla cambió la coma de sitio y también la suerte del condenado: “Perdón, imposible que cumpla su condena”.
-“Esto demuestra que una coma puede cambiar la historia”, concluye Millán. Y nadie puede decir que no le asiste razón.
Una ¿insignificante? "coma" ¿cambia el sentido de una frase…?
Domingo Faustino Sarmiento, en visita a una escuela en su calidad de Inspector General de Escuelas, nota que el maestro no le da importancia a la colocación de la coma. Al alertarlo sobre el tema el maestro le dice que la coma no tiene mucho sentido y que no es necesaria colocarla. A esa respuesta Sarmiento se dirige al pizarrón y escribe:
"El maestro dice, Sarmiento es un ignorante" y luego la misma frase cambiando el lugar la coma:
"El maestro, dice Sarmiento, es un ignorante"
Luego dirigiéndose a los alumnos les pregunta:
-En la primera oración ¿quién es el ignorante? ¡Sarmiento! contestan los alumnos.
-Y en la segunda oración, ¿quién es el ignorante? ¡El maestro! contestan los alumnos.
Con ello le demostró al maestro su error.
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