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Wednesday, June 26, 2013

"El cuento de la isla desconocida" de José Saramago

El cuento de la isla desconocida

José Saramago



Un hombre llamó a la puerta del rey y le dijo, Dame un barco. La casa del rey tenía muchas más puertas, pero aquélla era la de las peticiones. Como el rey se pasaba todo el tiempo sentado ante la puerta de los obsequios (entiéndase, los obsequios que le entregaban a él), cada vez que oía que alguien llamaba a la puerta de las peticiones se hacía el desentendido, y sólo cuando el continuo repiquetear de la aldaba de bronce subía a un tono, más que notorio, escandaloso, impidiendo el sosiego de los vecinos (las personas comenzaban a murmurar, Qué rey tenemos, que no atiende), daba orden al primer secretario para que fuera a ver lo que quería el impetrante, que no había manera de que se callara. Entonces, el primer secretario llamaba al segundo secretario, éste llamaba al tercero, que mandaba al primer ayudante, que a su vez mandaba al segundo, y así hasta llegar a la mujer de la limpieza que, no teniendo en quién mandar, entreabría la puerta de las peticiones y preguntaba por el resquicio, Y tú qué quieres. El suplicante decía a lo que venía, o sea, pedía lo que tenía que pedir, después se instalaba en un canto de la puerta, a la espera de que el requerimiento hiciese, de uno en uno,

Sunday, June 9, 2013

"Las babas del diablo" de Julio Cortázar


Las babas del diablo
Julio Cortázar
(Tomado de http://www.literatura.us/cortazar/babas.html)
Para leer este cuento en inglés haga clic aquí.

Nunca se sabrá cómo hay que contar esto, si en primera persona o en segunda, usando la tercera del plural o inventando continuamente formas que no servirán de nada. Si se pudiera decir: yo vieron subir la luna, o: nos me duele el fondo de los ojos, y sobre todo así: tú la mujer rubia eran las nubes que siguen corriendo delante de mis tus sus nuestros vuestros sus rostros. Qué diablos.
Puestos a contar, si se pudiera ir a beber un bock por ahí y que la máquina siguiera sola (porque escribo a máquina), sería la perfección. Y no es un modo de decir. La perfección, sí, porque aquí el agujero que hay que contar es también una máquina (de otra especie, una Cóntax 1.1.2) y a lo mejor puede ser que una máquina sepa más de otra máquina que yo, tú, ella —la mujer rubia— y las nubes. Pero de tonto sólo tengo la suerte, y sé que si me voy, esta Rémington se quedará

Monday, June 3, 2013

"La noche de los feos" de Mario Benedetti

Para leer el cuento relacionado con este ejercicio haga clic aquí.
Comparto con ustedes el ejercicio de ocho palabras que el grupo de Y qué me cuentas! en Cambridge, MA., realizó a partir del cuento "La noche de los feos" de Mario Bendetti.

Las ocho palabras que eligieron son:
1. Confitería
2. Helados
3. Fealdad
4. Carraspear
5. Caminar
6. Oscuro
7. Crispadas
8. Lisa

La historia que escribieron es la siguiente:

"Caminamos a la oscura confitería y pedimos dos helados. Cuando llegamos a la mesa nos sentimos crispados por la fealdad de la mona que estaba carraspeando y comiendo un helado en una esquina lisa de la confitería."

Sunday, June 2, 2013

'La siesta del martes" de Gabriel García Márquez


La siesta del martes

Gabriel García Márquez
(Colombia)


Tomado de  "Los funerales de la Mamá Grande (1962)" publicado en http://www.literatura.us/garciamarquez/siesta.html

El tren salió del trepidante corredor de rocas bermejas, penetró en las plantaciones de banano, simétricas e interminables, y el aire se hizo húmedo y no se volvio a sentir la brissa del mar. Una humareda sofocante entró por la ventanilla del vagón. En el estrecho camino paralelo a la vía férrea había carretas de bueyes cargadas de racimos verdes. Al otro lado del camino, en intempestivos espacios sin sembrar, habia oficinas con ventiladores eléctricos, campamentos de ladrillos rojos y residencias con sillas y mesitas blancas en las terrazas entre palmeras y rosales polvorientos. Eran las once de la mañana y todavia no había empezado el calor.
—Es mejor que subas el vidrio —dijo la mujer—. El pelo se te va a llenar de carbón.
La niña trató de hacerlo pero la ventana estaba bloqueada por el óxido.