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Monday, August 30, 2010

Grito de Independencia, by Ramón Talavera Franco

Viva Mexico: El Dia de la Independencia Collector's Box Set
¿Sabe cómo comenzó a celebrarse el “ Grito de independencia” de México?

Por: Ramón Talavera Franco
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  Se sabe que la primera vez que se celebró el “Grito” fue dos años después de que el padre Hidalgo enarboló la imagen de la virgen de Guadalupe como bandera para exigir libertad, es decir el 16 de Septiembre de 1812. En esa ocasión, el General Ignacio Rayón lo conmemoró en la ciudad de Huichapan en el que participaron grupos de artillería, granaderos, músicos y se dio a conocer un manifiesto que lleva como título “La junta suprema de la Nación a los Americanos  en el Aniversario del 16 de Septiembre”.

Este hecho, afirmó lo que años antes había solicitado Morelos. En uno de los 23 puntos que propuso se incluyeran en la constitución, decía: “... que igualmente se solemnice el día 16 de Septiembre de todos los años como el día de aniversario en que se levantó la voz de Independencia y nuestra santa libertad comenzó”. A pesar de que la Constitución de Apatzingán no incorporó la sugerencia de Morelos, sí declaró día de fiesta nacional el 16 de Septiembre. A su vez, el Congreso Constituyente de 1822, decretó honores a los héroes y declaró día de fiesta cívica el 16 de Septiembre.

Así, en 1823, bajo la presidencia de don Guadalupe Victoria  y como parte de la celebración del día de la Independencia, se trasladaron los restos de los primeros héroes a la capital mexicana y se realizó una procesión desde la villa de Guadalupe, hasta la Iglesia de Santo Domingo, en lo que hoy se conoce como el Centro de la ciudad de México. Al día siguiente, los restos mortuorios se llevaron a la Catedral, donde fueron depositados en la cripta del altar de los reyes.

En 1825 se dio forma a esta fiesta nacional. El gobernador del Distrito Federal publicó un bando en el que pedía a los ciudadanos que iluminaran sus casas y a la autoridades correspondientes las calles, así como que se adornaran las ventanas y balcones con cortinas, banderolas y gallardetes. El 16 de Septiembre, en palacio, el presidente Guadalupe Victoria recibió las felicitaciones del cuerpo diplomático y corporaciones eclesiásticas y civiles. Después, se efectuó un desfile por las calles de Tlapaleros, Refugio, Espíritu, Santo y Plateros, que desembocó en el Palacio Nacional, donde pronunciaron una oración cívica. Por la tarde, a pesar de la lluvia, se verificó el paseo en la Alameda y bailes de cuerda en el interior, a los que concurrieron músicos militares. Por la noche, siguieron las iluminaciones y fuegos artificiales.

En 1829, durante las Fiestas Patrias, las pasiones se exaltaron y se avivaron los odios contra los españoles con motivo de la expedición de Barradas y hacia 1831 y 1832 las autoridades recomendaron el mayor orden, lo que demuestra que los ánimos no estaban tranquilos por lo que en ese mismo año se prohibieron los cohetes y los vítores.

Para 1833, las luchas civiles y el cólera hicieron que las fiestas se celebraran el 4 de octubre. Las autoridades ese año, si permitieron quemar cohetes.

Durante estas celebraciones lo que  se caracteriza era el carácter cívico y religioso, pues no solamente las autoridades políticas tomaban parte en ellas, sino también los religiosos. Así, los edificios de gobierno se adornaban e iluminaban también los templos. Los días 17 era costumbre celebrar en la Basílica de Guadalupe una misa de acción de gracias por los héroes muertos, pero la fiesta tomó finalmente su carácter laico en 1857.

Debido a la importancia de esta fecha, hasta el mismo Maximiliano, en 1865 se vio obligado a celebrar el Grito de Dolores con fastuosas fiestas.

Sin duda una de las celebraciones más llamativas, fue durante el centenario de nuestra Independencia. En 1910, las fiestas de septiembre llegaron a su climax; hubo inauguraciones de obras materiales, desfiles militares y de carros alegóricos, verbenas populares y banquetes aristocráticos. Se calcula que en ese entonces, medio millón de personas presenció ese año el desfile.

Otro dato curioso fue el que sucedió en 1916 ya que por encontrarse enfermo el presidente Carranza de una simple gripe, le tocó dar el grito a Cándido Aguilar quien también presidió el banquete para los invitados de honor. Es decir, fungió como presidente por un día. ¡Uno nunca sabe donde está la suerte!

Y para 1925, el 16 de septiembre fue la fecha para trasladar de la catedral a la columna de la Independencia la urna en que estaban depositados los restos de nuestros héroes

A partir de entonces, el Grito de Independencia se celebra con gran regocijo en todos los Estados de la Republica Mexicana y desde hace varias décadas, los mexicanos que residimos en Estados Unidos lo celebramos también de la misma manera: con música, bailables, papel picado, banderas, campanas y generalmente, con lluvia.

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