¡Saludos desde Atenas!
Comparto con ustedes el ejercicio de ocho palabras tomadas del cuento El recado de Elena Poniatowska que se realizó en la clase de forma grupal.
Las siete palabras y una frase elegidas son:
1. Te quiero
2. Enfermo
3. Madreselva
4. Recado
5. Remolino
6. Aguantar
7. Espero
8. Imperiosa
El cuento que el grupo escribió es el siguiente:
El remolino sacudió la madreselva. Se me cayó el recado de las manos porque estaba enfermo de amor. Espero. Desesperando. Es mi imperiosa necesidad de aguantar en esta calle de pobres. No te quiero amar.
Ahora cada uno de ustedes escriba un cuento usando las ocho palabras y súbanla al blog en el link que dice "comments".
¡Disfruten dejando volar su imaginación!
Comparto con ustedes el ejercicio de ocho palabras tomadas del cuento El recado de Elena Poniatowska que se realizó en la clase de forma grupal.
Las siete palabras y una frase elegidas son:
1. Te quiero
2. Enfermo
3. Madreselva
4. Recado
5. Remolino
6. Aguantar
7. Espero
8. Imperiosa
El cuento que el grupo escribió es el siguiente:
El remolino sacudió la madreselva. Se me cayó el recado de las manos porque estaba enfermo de amor. Espero. Desesperando. Es mi imperiosa necesidad de aguantar en esta calle de pobres. No te quiero amar.
Ahora cada uno de ustedes escriba un cuento usando las ocho palabras y súbanla al blog en el link que dice "comments".
¡Disfruten dejando volar su imaginación!
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Un olor a madreselva en la calle me embriaga los sentidos. Me lleva a todas esas noches de verano que intercambiábamos recados llenos de promesas. Y la necesidad de verte otra vez, de decirte ‘te quiero’ se vuelve imperiosa. Pero esta vez no voy a ser arrastrado por el remolino de nostalgia. Soy un hombre fuerte: no aguardo, no espero ya. Nunca más caerá enfermo de tu amor.
ReplyDeleteHola Akrivi Mandeki, recibí el cuento y como ves, ya está en el blog. Solo hubo un error de dedo. En lugar de "caerá", creo que quisiste decir caeré, ¿no es así?
ReplyDeleteUna muy bella historia de amor. ¡Felicidades! Nos vemos en la clase el martes.
Hola Eleni Dara,
ReplyDeleteRecibí tu cuento en mi correo electrónico y lo incluyo aquí para compartirlo con el grupo:
La Primavera
Estaba acostado en su cama, era enfermo. Era incapaz de hacer varios recados pendientes. Veía por la ventana el remolino que giraba la madreselva. La primavera fue a punto de llegar. La aguardaba con angustia y esperaba que su llegada le traería la recuperación que tanto deseaba. Mirando por la ventana se quedó dormido. Soñó a la primavera acercándose a él hermosa e imperiosa:” Te quiero”, le dijo,” ¡te vas a recuperar pronto! ”. ¡Y se despertó!
Eleni,
DeleteMuy hermoso cuento, lleno de imágenes sugestivas. Aquí lo incluyo nuevamente con algunas correcciones (en paréntesis), las cuales son mínimas. ¡Muchas gracias por participar!
La Primavera
Estaba acostado en su cama, era (estaba) enfermo. Era incapaz de hacer varios recados pendientes. Veía por la ventana el remolino que (dentro del cual) giraba la madreselva. La primavera fue (estaba) a punto de llegar. La aguardaba con angustia y esperaba que su llegada le traería (trajera) la recuperación que tanto deseaba. Mirando por la ventana se quedó dormido. Soñó a la primavera acercándose a él hermosa e imperiosa: “Te quiero”, le dijo,” ¡te vas a recuperar pronto! ”. ¡Y se despertó!
María Mavrogeorgi
ReplyDeleteSoledad
Te quiero. Te espero. Estoy horas, días, semanas esperandote. No vienes, ya lo se. Y no hace falta mandar ningún recado.Tu misma me lo has dicho con tu manera de siempre... hablar sin decir una palabra.
Estoy sentado detras de la ventana, como si fuera enfermo mirando la madreselva en el jardín. La necesidad de aguantar es imperiosa.
No se si tengo mas animo para aguardar a que sucede algo. Ojala viniera un remolino y lo arrasara todo.
Y despues quién sabe... empezamos desde el principio.
María, la espera--como tema de tu cuento--enriqueció el uso de las 8 palabras. ¡Felicidades!
DeleteAquí agrego el cuento con pequeñas correcciones:
Soledad
Te quiero. Te espero. Estoy horas, días, semanas esperandote (esperándote). No vienes, ya lo se (sé). Y no hace falta mandar ningún recado.Tu (Tú) misma me lo has dicho con tu manera de siempre... hablar sin decir una palabra.
Estoy sentado detras (detrás) de la ventana, como si fuera enfermo mirando la madreselva en el jardín. La necesidad de aguantar es imperiosa.
No se (sé) si tengo mas (más) animo (ánimo) para aguardar a que sucede (suceda) algo. Ojala (Ojalá) viniera un remolino y lo arrasara todo.
Y despues quién sabe... empezamos desde el principio.
Las imperiosas voces que resuenan en mi cabeza se hacen cada vez más graves, espero que se detengan a sabiendas de que jamás lo harán; ellas me recuerdan todos los recados que un día prometí entregarte y que, por más enfermo que ésto sea, tengo que aguantar. No es un secreto que te quiero, e insisto en poder aferrarme a ésto un minuto más hasta que el viento sacuda la madreselva y se lleve consigo todas las palabras que de mí no salieron. Mi cabeza es un remolino de ideas que no paran de girar, haciéndome enloquecer y destruyendo todo a su paso.
ReplyDeleteLas ocho palabras llevaron tu imaginación a la locura. Muy interesante! Además felicidades porque todas las palabras están bien escritas. ¡sigue participando!
DeleteCON ESTAS 8 palabras: madreselva,remolino,debilitar,recado,provisional,sacudir,aguardar,implacable.
ReplyDeleteTan pronto el remolino comenzo,tan bruscamente se detuvo y se debilito.Fue un amor de su juventud fuerte pero muy breve que la sacudio sola y decepcionada.Se fue con un recado muy negativo en su corazon, y durante mucho tiempo creyo que el amor es duro y implacable.Pero afortudanamente todos ellos han cambiado y hoy es feliz. Y yo me siento debajo de una madreselva que su dulce fragancia llena todos mis sentidos y pienso que amo la vida con sus bajos y altos,su tristeza y felicidad y se que aunque es provisional estoy aguardando el escenario futuro de mi propia vida! ANTIGONI TZELEPI
Hola Ramón,
ReplyDeleteMe llamo Constance y quería enviarte unas lineas sobre el texto de Elena Poniatowska:
Para mi, nuestra protagonista sufre del sindrome de Maria Hallet ;A qué no sabes!
Ese imagen con la mujer aguardando a un amante que nunca vuelve , aunque para otros pueda resemblar la Penelope de Odyseus, a mi personalmente, me trajo en la memoria la leyenda estadunidense de Goody Hallet :Ella fue la novia del pirata Sam Bellamy, quien, ávido de conseguir dinero dejó a la joven enamorada y se dedicó a rescatar riquezas de buques hundidos. Poco después le acabó dandose a la piratería. Desafortunadamente en 1717 se metió de bruces con su barco en una terrible tormenta y su bajel se fue al fondo del mar.
Lamentablemente, Maria sigo esperandole a Bellamy en los acantilados de Cape Cod hasta que se fue loca.
Como ella, sentada en los acantilados en cada tormenta, observando ansiosamente el horizonte, nuestra protagonista del cuento , sentada en un jardin, llena de memorias , deja que las estaciónes pasan, sin participar a la vida.
Parece como si haya tejido su vida a través de ese hombre, Martín.
Y cada vez que leo historias de mujeres enamoradas como la protagonista de Poniatowska, me acuerdo de ese arquetipo.
O al mismo tiempo, podemos decir que parece como Miss Havisham en Las Grandes Esperanzas de Dickens, la famosa amargada y resentida_abandonada para siempre_novia, que insiste a llevar su vestido de encaje por el resto de su vida.
De manera igual, nuestra protagonista , que nunca introducese al lector, sin embargo nos revela pronto el nombre de su amor, parece haber sufrido una desilusión amorosa. La vemos ceder ante la desilusión, ante ese amor doloroso.
La agarramos soñando despierta, sumergida en las reminiscencias...Parece como si, el hombre de la historia, la haya dejado plantada para irse a hacer su vida. Y ella, vive a través de ese amor con las memorias deteñiendo poco a poco, con la imagen de su amante , guardada minuciosamente hasta ahora, desvaneciendose.
Para concluir , un comentario pequeño , no sobre la protagonista elegida de Poniatowska , sino sobre el tipo de mujer ilustrado en el cuento ; ese arquetipo universal.
Quiero añadir que exactamente esta imagen de la mujer abandonada, desilusionada y débil, esperandole a un hombre hasta la eternidad, para amarla o salvarla, que ha sido cautelosamente construida e impregnada en nuestra sociedad, en nuestra cultura y más allá en nuestra mentalidad y memoria colectiva, es una reflexión distorsionada y obsoleta de la naturaleza femenina.
Quiero decir que todos , hombres y mujeres podemos enamorarnos fuerte, sin embargo, las mujeres han siempre servido en las artes como navíos / recipientes (eng vessels ) de tales historias tan tristes de amor doloroso y no reciproco.
Muchas gracias ,
( no tenia muchas ganas a escribir el cuento con las 8 palabras, pues, no tenía inspiración mejor, y por eso te envio este comentario )
Constance Elmaloglu
Constance, no sabía de María Hallet así que gracias por compartir la historia. Hay otro personaje similar que el grupo musical Maná describe en su canción "El muelle de San Blas". Como mencionas, es un personaje arquetípico que se presenta en muchas otras historias. Gracias por compartir esta información y sigue participando :)
DeleteCambio de color
ReplyDeleteLlevaba casi tres meses viviendo en esa habitación de paredes blancas, muebles blancos, sábanas blancas y no podía aguantar más. Sentía una necesidad imperiosa de provocar algún cambio. Estaba hundido en un remolino de pensamientos; lo que más le molestaba no era su situación de enfermo –según las descripciones de los hombres de las batas blancas– sino su incapacidad de reaccionar. Miró a su alrededor. “¿A qué espero?” pensó. Se asomó a la ventana y la abrió. El olor a madreselva inundó la habitación y le provocó un mareo agradable. No, no habría ni recados ni cartas de “te quiero”. Solo una mancha roja sobre la acera que por fin rompería con tanta blancura.
Dos horas después del remolino estaba enfermo sentándome desmayado en las orillas de una isla desierta en el medio del océano. Nada más que un silencio imperioso prevalecía el ambiente. De repente, justo enfrente, el choque de una botella de vidrio con el arrecife desveló el recado oculto. ¨Espero que disfrutes de la playa. Aguárdame y estaré contigo pronto. ¡Te quiero para siempre! Tu flor de madreselva¨.
ReplyDeleteKikí Georgopoulou12:39 PM, March 13, 2018
ReplyDeleteEstoy aquí esperándote como un remolino imperioso que no sabe cuándo dejar de moverse. Encerrada dentro de cuatro muros, lo único que puedo hacer es escribirte un recado y enviártelo junto a una ramita de madreselva que siempre te gustaba. Estoy aguardando tu figura desde lejos como si yo estuviera enferma y como si la vida hubiera querido llevarnos juntos. Te quiero.
Kikí G.