1. Encogida
2. Belleza
3. Enfrentar
4. Crispada
5. Pómulo
6. Espantajo
7. Tosecitas
8. Chiflado
The story that the group wrote using the eight words (
"Había una mujer que tenía mucha belleza, con pómulos rosados,(pero) con nariz encogida y cabello crispado. Desgraciadamente era una chiflada de remate (No podía terminar sus tosecitas siempre y cuando etaba enfrentando al espantajo en su jardín). Al enfrenarse un día a un espantajo en su jardín, sufrió un ataque de tosecitas y se murió."
This is the final story
"Había una mujer que tenía mucha belleza, con pómulos rosados, con nariz encogida y cabello crispado. Desgraciadamente era una chiflada de remate. Al enfrenarse un día a un espantajo en su jardín, sufrió un ataque de tosecitas y se murió."
Now it is your turn. Share your story with us using the "comment" link of this posting.
Estaba dando un paseo cuando me tropecé y me bajé rodando por el cerro. Al pie de la colina miré mis manos, que estaban cubiertas de pelo. ¡Y mis brazos, tambien! ¡Y mis piernas! Traté de frotar el pelo, pero era imposible.
ReplyDeleteCorrí al estanque para mirarme en el agua. ¿Qué había pasado? Además del pelo, vi un pómulo encogido – una verdadera bestia – ¡una espantaja!
Seguí mirándome con horror, crispándome las manos. Vivo en el siglo ventiuno, donde no hay brujas ni hechizos. No obstante, el día anterior había tenido una belleza igual a las estrellas cinematográficas, pero ese día era fea. ¡Debía estar loca!
Después de un tiempo, oí a alguien que estaba acercándome. Era un hombre muy guapo y gallito. Tenía miedo, pero sabía que tenía que enfrentar a ese hombre para quitárme del disfraz bestial. Tuve su atención con unas tocecitas.
“Perdón. ¿Puedes ayudarme? “
“¿Ayudar a una bestia? ¿Como?”
“Necesito un beso. ¿Puedes darme un besito, por favor?”
“¿Besar a una bestia? ¿Así, por qué no? Me pareces inofensiva.”
Al momento del beso vi que su rostro cambió – se volvió asombrado. La bestia se había ido, y en su lugar era mi belleza.
¿El resto de la historia? Es para ustedes a imaginar.
Conocí al amor de mi vida en un campo del maíz. Por muchos meses fuimos a los restaurantes y fuimos también al cine. (A él le gusta mucho Los pájaros.) Charlamos y compartimos nuestros pensamientos privados.
ReplyDelete“Te ví anoche con tu novio,” mi mejor amiga me dijo un día. “Estás chiflada.” Mis amigas encogidas solamente se murmuraban entre ellos mismas, “Qué raro.” No importaba. Nuestra relación se desarrollaba. Nos enamorábamos.
Por fin mi media naranja y yo teníamos que enfrentar a mi familia. Llegamos enfrente de la casa de mis padres una noche a las siete. En el carro, arreglé una pieza de paja [straw] torcida en su pómulo. Después él aparecía estupendo.
Esa noche todo el mundo – excepto mi novio – era crispado. La conversación consistió de unos pocos comentarios y unas tosecitas nerviosas. Sin embargo al fin de la cena, mi padre habló. “Nunca tendrán éxito los matrimonios mixtos. Son desastres.”
No es verdad. Por cuarenta años, nuestro matrimonio ha sido una cosa de belleza. No puedo imaginar otro esposo mejor que mi espantajo querido.
Carolyn,
ReplyDeleteWow!!!!! What a great story!!!!!! You left me speachless!!!!!
The best of all is that there are very small mistakes, which makes my work easy (ja,ja) I'll work on them as soon as possible to let you know how to fix them.
Congratulations!!!!!!!
Leonard,
ReplyDeleteIt was a pleasure to read your story!
Let me work on my comments, and I'll send them to you as soon as possible.
Thank you for particpating!
Carolyn,
ReplyDeleteComo te mencioné antes, ¡excelente trabajo! Avanzaste mucho en tu español en este ejercicio, y tu imaginación creó personajes, ambiente y hasta misterio.
Leamos tu historia:
“Estaba dando un paseo cuando me tropecé y me bajé (1) rodando por el cerro. Al pie de la colina miré mis manos, que estaban cubiertas de pelo. ¡Y mis brazos, tambien (2) ! ¡Y mis piernas! Traté de frotar el pelo, pero era imposible. Corrí al estanque para mirarme en el agua. ¿Qué había pasado? Además del pelo, vi un pómulo encogido – una verdadera bestia – ¡una espantaja (3)! Seguí mirándome con horror, crispándome las manos. Vivo en el siglo ventiuno, donde no hay brujas ni hechizos. No obstante, el día anterior había tenido una belleza igual a las estrellas cinematográficas, pero ese día era fea. ¡Debía estar loca! Después de un tiempo, oí a alguien que estaba acercándome (4). Era un hombre muy guapo y gallito (5). Tenía miedo, pero sabía que tenía que enfrentar a ese hombre para quitárme del disfraz bestial. Tuve su atención con unas tocecitas. “Perdón. ¿Puedes ayudarme? “ “¿Ayudar a una bestia? ¿Como? (6) ” “Necesito un beso. ¿Puedes darme un besito, por favor?” “¿Besar a una bestia? ¿Así, por qué no? Me pareces inofensiva.” Al momento del beso vi que su rostro cambió – se volvió asombrado (7). La bestia se había ido, y en su lugar era (8) mi belleza. ¿El resto de la historia? Es para ustedes a imaginar.”
Mis comentarios:
(1) “me bajé”- En este caso no necesitas conjugar el verbo “bajar” como pronominal (es decir, añadiéndole el pronombre).
(2) “tambien” – Faltó acento
(3) “espantaja” – La palabra “espantajo” es masculina. Tú, siendo
mujer, puedes referirte a tí como “un espantajo”. (aunque se use
en género masculino)
(4) “acerándome”- En necesario modificar esta oración. Usa”
“acercándose a mí”.
(5) “gallito” – Creo que es necesario que uses “gallito” como un símil:
“y parecía un gallito”.
(6) “¿Cómo?” – Faltó acento
(7) “se volvió asombrado” – No necesitas usar el verbo “volver”. Solo
“se asombró”.
(8) “era” – “estaba”
¡Felicidades y sigue participando!
Leonard,
ReplyDeleteMuy buena historia de amor entre parejas “no convencionales”. Debo confesarte que al principio me costó trabajo entender si el narrador era mujer u hombre, porque lo escribes tú, y por consiguiente, pensaba que el narrador era hombre. Pero al hablar del “novio” empezó mi confusión y luego al hablar de “matrimonios mixtos” se incrementó dicha confusión. Total, que imaginé una pareja de hombres en relación gay y luego imaginé una mujer de ciudad con un hombre de campo, y terminé imaginando un afro-americano con una mujer judía. Como sabes, eso es lo que menos importa, lo importante son las imágenes y la historia. Pero como estoy revisando tu gramática y ortografía, hubo un momento en que necesitaba saber si el narrador era hombre o mujer.
Total, leamos tu historia:
“Conocí al amor de mi vida en un campo del maíz (1). Por muchos meses fuimos a los restaurantes y fuimos también al cine. (A él le gusta mucho Los pájaros (2).) Charlamos y compartimos nuestros pensamientos privados. “Te ví anoche con tu novio,” mi mejor amiga me dijo un día. “Estás chiflada.” Mis amigas encogidas solamente se murmuraban (3) entre ellos mismas (4), “Qué raro.” No importaba. Nuestra relación se desarrollaba. Nos enamorábamos. Por fin mi media naranja y yo teníamos que enfrentar a mi familia. Llegamos enfrente de la casa de mis padres una noche a las siete. En el carro, arreglé una pieza de paja [straw] torcida en su pómulo. Después él aparecía (5) estupendo. Esa noche todo el mundo – excepto mi novio – era (6) crispado. La conversación consistió de unos pocos comentarios y unas tosecitas nerviosas. Sin embargo al fin de la cena, mi padre habló. “Nunca tendrán éxito los matrimonios mixtos. Son desastres.” No es verdad. Por cuarenta años, nuestro matrimonio ha sido una cosa de belleza. No puedo imaginar otro esposo mejor que mi espantajo querido.”
Mis comentarios:
Nota: Veo que ya hay mayúsculas en el escrito…. (Great!!!!!!!, ja,ja…)
(1) “campo del maíz” – “campo de maíz
(2) “Los pájaros”- No me quedó claro si le gustan “los pájaros” (reino
animal) o una película llamada “Los pájaros”. Sí es lo primero, el
artículo no necesita empezar con una mayúscula. Si es lo
segundo, sí.
(3) “se murmuraban” – No necesitas el pronombre “se”
(4) “ellos mismas”- Falló concordancia: “ellas mismas”
(5) “aparecía”- Creo que te refieres al verbo “parecer”, no “aparecer”.
Su conjugación: “parecía”.
(6) “era” – “estaba”
(7) “ha sido una cosa de belleza”- Gramaticalmente está bien
realizada la frase. En este caso, te doy mi opinión solo en cuestión
de “estilo”. Creo que sería mejor decir: “ha sido algo bello”.
¡Gracias por participar y sigue haciéndolo!
Muchas gracias, Ramón. Tus commentarios me ayudan.
ReplyDeleteMe gusta también tus pensamientos sobre la historia de Leonardo. Yo, también, estaba confundida. Sin embargo, me gusta tu historia de un gran amor, Leonard. Siempre disfruto de tus historias.
Leonardo, me da vergüenza pero entendí todo de tu cuento.
ReplyDeleteCarolyn,
¡Un cuento muy bien escrito y divertido también!
El otro día, me dí cuenta que necesitaba ir al salón de belleza, porque cuando me miré en el espejo, parecía como un espantojo. Yo sabía que no podía enfrentar a nadie con este cabello y estas uñas tan feas. Entonces, fuí a un salón donde no había ido antes.
ReplyDeleteSentí un poco crispada al oir las tosecitas de las empleadas del salón al mirarme. Inmediatemente sentí mis mejillas y mis pómulos quemando. Esto me hizo sentir bastante incómoda. Les dije que a pesar de mi aparencia, yo no era una chiflada.
Sin embargo, algunas de las mujeres eran más encojidas y sonrieron sin decir nada. Escogí una de ellas. Ella me cortó el pelo, y me hizo una buena manicura. Pagué el precio con una buena propina para la empleada. Salí del salón una nueva persona.
Aquellas personas quienes tienen más que cuarenta años pueden adivinar el fin de mi cuento. Yo buscaba mis gafas, como cada mañana, cada día, cada noche. Primero miré debajo del sofá. Con el pómulo apretado contra la alfombra, enfrenté un circo espantajo y chiflado, todo patas arriba. Cucarachas muertas y encogidas dormían por siempre sobre una espesa capa de polvo juntas a las cosas perdidas - una moneda canadiense, una cáscara de pistacho, un arete, y una banda de goma. Pero no había ningún tipo de gafas. ¡Ay! Iba a llegar tarde a trabajar con mi belleza destruida por mi búsqueda. Después de una tosecita causada por el polvo, me levanté para buscar de nuevo. Me toqué la cabeza para arreglar mi pelo y ..... los que son viejos (como yo) saben lo qué sucedió.
ReplyDelete¡Felicidades por la historia!
ReplyDeleteEn los salones de belleza es donde más se presta para “cuchichear” entre las señoras, ¿verdad? Creo que es el mejor lugar para enterarse de cosas que muchas veces no nos interesa saber (ja,ja…)
Leamos tu historia:
“El otro día, me dí cuenta que necesitaba ir al salón de belleza, porque cuando me miré en el espejo, parecía como un espantojo (1). Yo sabía que no podía enfrentar a nadie con este cabello y estas uñas tan feas. Entonces, fuí a un salón donde no había ido antes. Sentí (2) un poco crispada al oir las tosecitas de las empleadas del salón al mirarme. Inmediatemente sentí mis mejillas y mis pómulos quemando (3). Esto me hizo sentir bastante incómoda. Les dije que a pesar de mi aparencia, yo no era una chiflada. Sin embargo, algunas de las mujeres eran más encojidas (4) y sonrieron sin decir nada. Escogí una de ellas. Ella me cortó el pelo, y me hizo una buena manicura. Pagué el precio con una buena propina para la empleada. Salí del salón (5) una nueva persona.”
Aquí están mis comentarios:
(1) “espantojo” – espantajo
(2) “Sentí” – El verbo “sentir” puede ser un verbo transitivo y un verbo reflexivo. En este caso es un verbo reflexivo (que necesita un pronombre) porque la acción de “sentir” recae en la misma persona: “Me sentí un poco…”
(3) quemando – Igual que el número (2)
(4) “eran más encojidas” – En esta oración el verbo que corresponde es “estar” no ser, aunque si cambias el verbo, la oración aún quedaría con un error de estilo, que si me lo permites, te sugiero como cambiarlo. Mi sugerencia es: “…las mujeres se habían encogido más”.
(5) “…” Aquí falta una palabra. Te doy algunas opciones: “como”, “toda”, “sintiéndome”, “convertida en”,etc.
¡Gracias por participar!
Debbie,
ReplyDeleteJa,ja,ja… ¡Yo soy de los que a cada rato pierden u olvidan sus gafas! (tú lo sabes mejor que nadie porque me has prestado tus gafas para leer durante la clase). Y sí, debo confesar que también entro en el rango de edad que dices… ¡ups!
Felicidades! Casi no encontré ningún error.
Leamos tu historia:
“Aquellas personas quienes tienen más que(1) cuarenta años pueden adivinar el fin de mi cuento. Yo buscaba mis gafas, como cada mañana, cada día, cada noche. Primero miré debajo del sofá. Con el pómulo apretado contra la alfombra, enfrenté un circo espantajo y chiflado, todo patas arriba. Cucarachas muertas y encogidas dormían por siempre sobre una espesa capa de polvo, juntas a las cosas perdidas - una moneda canadiense, una cáscara de pistacho, un arete, y una banda de goma. Pero no había ningún tipo de gafas. ¡Ay! Iba a llegar tarde a trabajar con mi belleza destruida por mi búsqueda. Después de una tosecita causada por el polvo, me levanté para buscar de nuevo. Me toqué la cabeza para arreglar mi pelo y ..... los que son viejos (como yo) saben lo qué sucedió.”
Mis comentarios:
(1) “más que” – más de
(2) “enfrenté un circo espantajo”- Me quedó clara la idea de “desorden” que había debajo del sofá, pero la palabra “espantajo” no queda ahí. Busca otro calificativo, por favor.
¡Gracias por participar!
Gracias, Ramón. Aprecio mucho tu comentario; me ayuda mucho. Es verdad que dices acerca de que pasa en los salones de belleza. Puros chismes.
ReplyDelete